Aunque todavía podamos disfrutar del sol y del clima, el fin del verano está cerca. La vuelta al cole o al trabajo, el cambio de las temperaturas… Dentro de poco tendremos que estar habituándonos al otoño otra vez, lo que muchas veces significa un cambio de vestuario y de decoración. De modo que un cambio de armario se hace necesario en esta época del año. Ahora toca preguntarnos dónde meter todos los pantalones cortos, vestidos de verano, toallas de playa y demás artículos propios del calor. Y también cómo hacer sitio a las prendas de otoño.

El cambio de armario suele ser tedioso. Para que esta tarea se haga más llevadera, te ofrecemos algunos consejos útiles para hacerlo de forma ordenada y mantener ese orden durante los siguientes meses.

Guardar después de lavar

Para que la ropa de verano permanezca en buen estado es necesario guardarla recién lavada. Se deteriorará más rápidamente si está sucia o si se almacena en lugares poco higiénicos. Para el mejor resultado, es mejor planchar todo antes de meterlo en cajas o bolsas.

Limpieza de ropa

El reencuentro con la ropa de invierno es también un buen momento para hacer limpieza. Conviene evaluar lo que vamos a utilizar y lo que no. Ya sean jerseys, pantalones o edredones, habrá cosas que ya no están en las mejores condiciones o que simplemente ya no nos gustan. Lo mejor es sacarlo todo de las cajas y dedicar un buen rato a hacer una selección. Quedarnos con lo que realmente nos guste o necesitemos nos ahorrará espacio, tiempo y esfuerzo.

Secciones o compartimentos

La ropa de invierno ocupa bastante más espacio que la de verano, así que es normal que nos parezca que el armario se ha hecho más pequeño cuando la colocamos. Para que el armario no se convierta en un caos y podamos mantenerlo ordenado, la mejor opción es hacer secciones. Ya sea en cajones, baldas o perchas. Se puede organizar también en torno a colores, categorías o frecuencia de uso.

El verano nos ha dejado grandes recuerdos. ¡Ahora hay que hacer hueco para lo que nos depare el otoño!